¿Cuánta lana le bajaste “inocentemente” a tu mamá por gastarte sus cambios de las tortillas en las maquinitas? ¿Cuántas veces visitaste las farmacias que estaban cerca de tu escuela sin haber comprado jamás una medicina? Y lo mejor: ¿cuántas veces te tuvo que sacar tu mamá de esos “tugurios” pescado de la patilla?
mucho antes de que existieran las cantinas, en nuestra infancia las farmacias y las misceláneas eran nuestros “antros” de confianza. Ahí hacíamos amigos, nos retábamos, nos gastábamos los domingos y hasta nos peleábamos si nos ganaban el lugar,nada en la vida podía superar la sensación de ir a la tienda de la esquina a jugar el título de moda, las retas y la adrenalina de irse de pinta sin que nos cacharan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario